Él
Súbdito de lo estrafalario,
rozando la funámbula y agrietada cuerda
que linda amor con
pasión
que no posesión.
Insolente susurras
la fuerza brutal que da sentirse
dios,
dueño y
señor.
Ella
Huyó de las señales,
cerrando los ojos al miedo hasta
entregar cada estría
que quedaba en su cuerpo,
justificando el disparate absoluto de ver
germinar
semillas en desiertos,
al sur de tus tinieblas.
Ellos
Resultantes de contiendas,
implorando por no ver,
por no
oí,
por no saber.
Nosotros
Ausentes y presentes,
cobardes y valientes
a la espera de
que cambie pero sin arrojo...
desde la barrera.
Vosotros
Amparados en legislaturas,
priorizando jerarquías,
abriendo
bocas y bolsillos,
cerrando ojos y manos
Yo, tú…